domingo, 13 de mayo de 2007

LA ELABORACIÓN TEXTUAL: PRINCIPIOS BÁSICOS

En mis tiempos de estudiante de postgrado, leí un artículo muy interesante escrito por la profesora Iraida Sánchez de Ramírez que aludía a una serie de principios que deben orientar la elaboración de un texto escrito.
En mi actividad docente he puesto en práctica algunos de esos planteamientos y los resultados han sido satisfactorios, por eso quiero compartir con los lectores esta reflexión. Más que principios básicos para la redacción de textos, son sugerencias para mejorar la práctica de la redacción.
Conocimiento de la Lengua
Para poder redactar un texto es necesario conocer la lengua. Este conocimiento debe abarcar aspectos como: sintaxis, léxico, ortografía, puntuación, acentuación. Este conocimiento es imprescindible, pero no es suficiente.
Conocimiento del Tema
Para escribir sobre un tema, es necesario conocerlo. En el texto escrito se presentan contenidos que el escritor guarda en su memoria de algún modo. Por esa razón, antes de iniciar un trabajo de redacción es importante documentarse sobre los contenidos o ideas que se van a plantear y precisar su alcance.
Conocimiento de la Estructura Textual.
La estructura textual hace referencia a cómo se organiza la materia discursiva. No es lo mismo redactar un cuento que responder un examen de historia o escribir un artículo científico. Cada texto se organiza de modo diferente y tiene elementos específicos que lo caracterizan. Si quieres redactar de manera apropiada, debes conocer qué tipo de texto necesitas producir.
Finalidad del Texto
Antes de iniciar la redacción de un texto, debes aclarar cuál es su finalidad y a quién va dirigido. El texto debe adaptarse al receptor; las palabras deben "medirse", calibrarse; se debe seleccionar la expresión más adecuada en función de la finalidad preestablecida. Todo acto de escritura es un acto de comunicación y el texto escrito se convierte en tal sólo cuando el lector es capaz de decodificarlo y entenderlo.
Hacer, Deshacer y Rehacer
Este aspecto se relaciona con el principio de la recursividad. Del primer borrador al texto definitivo hay un "hacer" que implica revisar, corregir, ajustar, dar brillo a las expresiones. Cuando estés redactando, piensa que la versión definitiva va a dejar de ser tuya para convertirse en texto gracias a la maravillosa participación del lector. Por ello, debes revisar, deshacer y rehacer tus textos tantas veces como sea necesario. Piensa que la versión definitiva entregada ya no es tuya, también le pertenece a los lectores.
La motivación
Para redactar hace falta también una pequeña dosis de motivación. La escritura como obligación debe dar paso a la escritura como necesidad. La escritura proporciona libertad, quien escribe debe ser libre de expresar lo que quiere, piensa, siente o necesita. La escritura debe ser un acto de fe y libertad. Si te obligan a escribir, el producto será de poca calidad... si tienes necesidad de escribir y lo asumes como una práctica de la libertad, estoy segura de que tus textos serán claros, coherentes, vitales.