sábado, 19 de noviembre de 2011

MODALIDAD ORAL

La modalidad oral es natural, consustancial al ser humano y constitutiva de la persona como miembro de una especie. Se produce en -y con- el cuerpo, aprovechando órganos del sistema respiratorio y de diferentes partes de la cabeza: labios, lengua, fosas nasales. También los movimientos de los ojos, diferentes expresiones faciales y otros movimientos corporales forman parte importante de la oralidad, así como los sonidos bucales y otros "ruidos".
Sin embargo, no todas las manifestaciones comunicativas orales son "naturales". Una conferencia, un sermón, un discurso inaugural, por ejemplo, requieren un alto grado de preparación, de elaboración e incluso, muchas veces, exigen el uso de la escritura (el apoyo de un guión, de unas notas, etc). Llegar a dominar esas formas de hablar no es sencillo y por eso el desarrollo de la competencia comunicativa oral es también parte de la educación lingüística.
La función social básica y fundamental de la oralidad consiste en permitir las relaciones sociales. A través de la palabra dicha iniciamos las relaciones con los demás y las mantenemos; "dejarse de hablar con alguien" es una expresión sinónima de romper una relación.
El habla es en sí misma acción, una actividad que nos hace personas, seres sociales, diferentes a otras especies animales; a través de la palabra somos capaces de llevar a cabo la mayoría de nuestras actividades cotidianas: desde las más sencillas como comprar comida o chismorrear, hasta las más comprometidas, como declarar nuestro amor o pedir trabajo.
Cuanto más democrática y más libre es una sociedad, más espacio ocupa el habla.


Fuente: Calsamiglia, Helena y Amparo Tusón (2002). Las Cosas del Decir. Madrid: Editorial Ariel

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